Quedarse quieto y morirse un poco.

Una vez leí que “dormir era morirse un poco”, pero,  creo que lo que hace que uno se muera un poco es quedarse quieto. 

Matt Harding  y su Where the is Matt es un gran ejemplo de no quedarse quieto

Cuando los soldados están en la guerra, les enseñan que en medio de un ataque, los que se quedan en las trincheras estáticos cubriéndose del fuego enemigo, tarde o temprano, son copados e inevitablemente mueren. Los que avanzan deciden que no se van a morir en un hueco lleno de polvo y barro.

Quedarse quieto, o no, se vuelve la diferencia entre estar vivo o no. 

En la creatividad pasa lo mismo. Nunca hay que quedarse quieto. Cuando uno piensa que tiene una idea genial, hay alguien más que está pensando una que la supera. Cuando ya cree que hizo algo suficientemente bueno, alguien más hace otra cosa increíblemente mejor. Cuando se gana un premio, es el momento de empezar a hacerlo mejor para ganarse otro. Cuando se tiene la confianza de un cliente, debe hacer algo más para que confíen aún más.

Por eso, en este negocio quedarse quieto no es una opción. He oído miles de historias de directores de arte, que en los 80´s, cuando se cambió del diseño “a mano” al diseño asistido por computador, se quedaron quietos en sus trincheras, nunca dieron el paso para aprender a manejar los programas y fueron desplazados. Este ejemplo es muy parecido a lo que está pasando ahora con los creativos que no asumen “lo digital” o  las nuevas formas de interacción como un medio para sus campañas.

Lo mismo pasa cuando hay un problema con un cliente. Usted se puede quedar horas quieto pensando miles de posibilidades o directamente hacer algo para solucionarlo. Hacerlo ya, de una vez, rápido, sin dejar que la espera agrave las cosas siempre resulta la mejor solución.

¿Han visto las marcas que se quedan quietas y nunca más mueven su publicidad, han visto lo que les pasa?

Nuestro trabajo es solucionar problemas. Pero ningún problema se soluciona quedándose quieto, o peor aún, quejándose.

A los creativos nos pasa mucho que decimos que estamos “bloqueados”, cuando no se nos ocurre nada. Es uno de los peores estados. Angustia. Desespero. Frustra. Pero quedarse quieto no es el camino. Si se queda pensando en que no se le ocurre nada, eso es lo que va pasar. NADA SE LE VA A OCURIR. Si se queda quieto se muere un poco.

Por eso, no hay nada como moverse, salir de la agencia, buscar algo que se parezca, referencias, comerciales de la competencia, escribir una idea así sea mala, o lo que sea con tal de no quedarse quieto.  

Hay mucha gente que tiene miles de métodos. Tarjetas con preguntas, escribir con la mano izquierda para estimular el cerebro, o simplemente hablar de algo que no tiene nada que ver. No importa cuál sea su método.

Sentir que no se está quieto es placentero. Sentir que el cerebro no está quieto lo es más. Esa fue una de las razones por la cuales decidí empezar este blog, básicamente, porque quería tener la disciplina de tener “el brazo caliente” como dice García Márquez, y también porque hace que sea un poco más feliz luego de cada post. 

Portafolioalirioardila.blogspot.com al principio fue una idea para poner mis piezas y ayudarme a venderme como copywiter y director creativo. Actualmente este blog se ha convertido en una forma más de no quedarme quieto y eso me hace sentir muy bien.

Gracias a los que leen este blog siento que no me quedo quieto. Gracias a los que leen este blog no me muero un poco.

Si usted tiene una idea, hágala. Si usted quiere escribir un blog, hágalo. Si usted tiene un comercial que siempre ha querido contárselo a su jefe, hágalo. Si usted tiene un tweet que le parece bueno, hágalo.  Hágalo, hágalo, hágalo. Lo único que no puede hacer es quedarse quieto. Lo único que uno no puede hacer es morirse un poco.  La muerte es una sola y no necesita que usted le ayude.

Gracias por venir esta semana a portafolioalirioardila.blogspot.com y hasta la próxima.

@alirioardila